El desafío de las empresas cuando los tiempos cambian... y el consumo también

Trabajo, pagos, mascotas y maternidad: ocho tendencias que ya están moldeando una nueva cultura de consumo. Qué deben hacer las empresas para no perderse.

NEGOCIOS01/07/2025
6862cb0e395cb__950x512

Los últimos cinco años han sido una verdadera montaña rusa para las empresas a nivel global, pero en Argentina la intensidad fue aún mayor. La pandemia puso en duda todo lo que dábamos por sentado y obligó a repensar las lógicas de consumo. A eso se sumaron los vaivenes de la macroeconomía local: alta inflación, dólar elevado, cepo cambiario, recesión, y ciclos de apreciación del peso e inflación en descenso. Estos cambios afectan no solo los indicadores económicos, sino también el ánimo social, lo que dificulta proyectar con claridad los pasos a seguir en las empresas.

En momentos turbulentos, es clave enfocarse en los cambios que vinieron para quedarse, aquellos que transforman la cultura y modifican los hábitos sociales. Sin embargo, muchos empresarios tienden a concentrarse solo en lo inmediato, con el riesgo de perder el rumbo estratégico y comprometer los resultados a largo plazo. La ansiedad por "cerrar la caja" es comprensible, pero siempre debe analizarse qué se está dispuesto a arriesgar en ese proceso.

Hoy, con algunos años de "normalidad" pospandémica, es posible identificar ocho transformaciones que se consolidaron y ya son parte de la nueva cultura de consumo:

La transformación del trabajo
El modelo de "salir de casa de lunes a viernes a la misma hora" quedó atrás. El home office atravesó todas las profesiones: psicólogos y médicos atienden virtualmente, y la mayoría de los sectores industriales y de servicio permiten el trabajo remoto. Como resultado, el mercado de productos para el hogar crece porque las personas pasan más tiempo en sus casas y las revalorizan como espacios de disfrute y bienestar.

Comercio electrónico como referente
Aunque la visita al shopping o recorrer tiendas físicas sigue siendo un placer, el canal digital se consolidó como el primer paso para informarse y comparar opciones antes de cualquier compra, como viajes, indumentaria, artículos para el hogar, etc. Las tiendas online se convirtieron en la referencia del mercado ya que fijan las expectativas en cada categoría.

Pagos digitales
En Argentina, casi el 50% de las transacciones se realizan de forma digital o con tarjeta. El uso del efectivo cayó tanto que muchas personas no llevan billetes ni para una propina. Esto, aunque paradójico en un país con alta informalidad, se consolidó tras la pandemia con el crecimiento de billeteras virtuales y transferencias.

Los "perrihijos"
Las mascotas ocupan un lugar central. Ya no se las considera solo "juguetes para los chicos" o "compañía para adultos mayores"; son parte de la familia. Cafés y restaurantes pet friendly se multiplican, crece la oferta de productos para mascotas y aumenta el gasto familiar destinado a su bienestar.

Menos niños, maternidades postergadas
Los nacimientos disminuyen y algunos jardines de infantes cierran salas por falta de alumnos. En los sectores de mayor poder adquisitivo, la maternidad suele postergarse hasta los 35 años y la cantidad de hijos es menor en comparación con generaciones anteriores. Los adultos jóvenes priorizan la experiencia personal por sobre la familia tradicional. En consecuencia, crecen los consumos hedonistas y disminuyen los infantiles o familiares.

 Ejercicio físico como sinónimo de bienestar
El ejercicio dejó de asociarse solo a lo estético. Hoy se valora por su impacto en la salud física y mental, independientemente de la edad o la condición física. La oferta de gimnasios, indumentaria, apps de entrenamiento y servicios vinculados creció de forma sostenida.

Alimentación consciente
Cocinar en casa durante la pandemia dejó huella. Sin caer en fanatismos, hay mayor conciencia sobre la calidad de los alimentos. Las proteínas se posicionaron como protagonistas de una alimentación más saludable.

Entretenimiento más individual, más presencial
Los encuentros presenciales con amigos o familia se valoran más que antes, pero el consumo de series y películas se volvió individual; ya no se negocian los gustos en pareja o con amigos.

Las empresas atraviesan un periodo de desconcierto frente a tantas novedades simultáneas. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, es imprescindible identificar cuáles de estos cambios se transformarán en parte del "sentido común" y cuáles quedarán como anécdotas pasajeras. Diseñar estrategias de largo plazo, sin dejarse arrastrar solo por la coyuntura, es el verdadero desafío. No hacerlo, implica el riesgo de perder posicionamiento e identidad de marca que son activos difíciles de recuperar.

Te puede interesar
Lo más visto
67f55ff5a5a65__950x512

Santa Fe lejos, Rosario cerca

POLITICA30/06/2025

Las elecciones en la provincia del litoral les permiten festejar a los huérfanos cambiemitas y le dan esperanzas al peronismo, que se ilusiona con la intendencia rosarina.