¿Seremos reemplazados por la IA?

La IA no viene a reemplazarnos. Viene a potenciar a quienes estén listos para crecer con ella.

NEGOCIOS25/07/2025
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Adaptarte o desaparecer
La inteligencia artificial avanza. Automatiza tareas, optimiza procesos, y redefine las reglas del juego. Para algunos, esto es motivo de alarma: "¿nos van a reemplazar las máquinas?". Para otros, es una oportunidad. Pero la pregunta no es si la IA va a llegar. Ya llegó. La verdadera pregunta es: ¿vamos a adaptarnos?

En su artículo "El impacto de la inteligencia artificial en el trabajo", Corvalán (2019) analiza datos del mercado laboral en Estados Unidos entre 2017 y 2018. ¿Qué encontró? Que ese país aumentó su nivel de incorporación de robots en un 6%, y sin embargo, la tasa de desempleo bajó. Lejos de destruir puestos, la IA puede abrir nuevos horizontes -si sabemos usarla

Lo mismo sucedió en América Latina: durante el mismo período, la tasa de desempleo descendió un 0,4% según el Banco Mundial (2019). La automatización no es sinónimo de desempleo. El problema no es la tecnología, sino quién está preparado para manejarla.

Lo mejor de ambos mundos
La clave no es enfrentar al humano con la máquina. Es formar personas capaces de convivir y operar con inteligencia artificial. No hay nada más potente que una mente entrenada con herramientas poderosas. Como ya señalamos en estudios previos (Castelló et al., 2022), el impacto positivo de la automatización depende directamente de si los trabajadores están capacitados. Sin formación, hay temor y resistencia. Con formación, hay motivación y crecimiento.

 En ese sentido, la educación se vuelve el eje estructural del futuro del trabajo. No solo la educación técnica, sino también la emocional, relacional, ética. Necesitamos aprender a pensar, cuestionar, adaptarnos. Y eso no se enseña con manuales, sino con vínculos, con modelos, con generaciones que se encuentren.

Las nuevas generaciones: aliadas, no amenaza
Adaptarse también es abrazar a las nuevas generaciones. Escuchar su forma de aprender, su relación con la tecnología, su manera de resolver problemas. En la cultura digital, los más jóvenes tienen un código que puede enriquecer a quienes vienen de otra época. Pero eso solo ocurre cuando hay apertura. Cuando la experiencia no se impone, sino que se ofrece como base para algo nuevo.

La intergeneracionalidad no es sólo una bandera de diversidad: es una estrategia de supervivencia laboral.

Datos que no podemos ignorar
La tasa de natalidad en el mundo está descendiendo. Según Naciones Unidas (2023), se espera que para 2050, más de un 25% de la población en países desarrollados tenga más de 65 años.
La expectativa de vida está aumentando. Vivimos más, pero eso requiere que también podamos trabajar más tiempo, en condiciones que contemplen salud, tecnología y propósito.
La IA y la automatización ya están presentes, y seguirán expandiéndose. ¿La solución? No resistirse, sino formarse para liderar el cambio.
Adaptarse o desaparecer
No estamos frente a un apocalipsis laboral. Estamos frente a un punto de inflexión. Como toda revolución tecnológica, esta también traerá desafíos y oportunidades. Y dependerá de cada uno -y de cada organización- cómo se posiciona.

Porque si algo está claro, es que el trabajo del futuro no será para quienes sepan más, sino para quienes sepan aprender mejor.

La IA no viene a reemplazarnos. Viene a potenciar a quienes estén listos para crecer con ella.

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