
El billete oficial bajó $22 y sorprendió al mercado. El blue fue el único que subió. Volatilidad global, caída de bonos y alerta por el petróleo.
Economía reedita el Bonte, el bono que hundió a Templeton, para tentar fondos offshore y sumar reservas. La meta con el FMI aprieta y el tiempo corre.
FINANZAS27/05/2025
El Gobierno sale a buscar dólares de inversores internacionales con un bono en pesos. Curiosamente, con un Bonte, el mismo título que Luis Caputo le enchufó a Templeton en 2018 y que tardó muchos años en poder desprenderse con pérdidas millonarias. La apuesta de Economía es que otros fondos (obviamente no será de la partida Templeton) hayan olvidado el fatídico desenlace de aquel entonces y vuelvan a comprar un título en pesos a tasa fija. "Creo que sí habrá apetito", dicen.
Finanzas saldrá el miércoles con una emisión de hasta US$ 1.000 millones que se suscriben en moneda dura pero cuyo vencimiento se paga en pesos (el título así lo es). El bono incluirá un put (opción de venta) a dos años, coincidiendo con el resto del mandato de Javier Milei, y está diseñado exclusivamente para inversores internacionales.
El inversor puede exigir la recompra del bono por parte del Tesoro dentro de dos años a un precio predeterminado o fórmula especificada en la emisión. Así, se reduce el riesgo de duración larga (en este caso 6 años). Le da una especie de "seguro de salida" al inversor.
"Es especialmente atractivo para inversores internacionales que quieren una ventana de salida antes del vencimiento, en un contexto de alta incertidumbre en Argentina", dice Roma Equity Research.
El vencimiento es el 30 de mayo de 2030 y el hecho de que la suscripción sea en dólares es un punto importante ya que permitiría aumentar las reservas internacionales de cara al vencimiento de la meta con el FMI el próximo 13 de junio.
"El equipo económico venía anticipando esta emisión durante las últimas semanas. El bono está destinado a apoyar la acumulación de reservas, dado que el BCRA no viene comprando divisas dentro de la banda cambiaria", dice Balanz Capital.
El economista Federico Domínguez, bastante retuiteado por Javier Milei y el equipo económico, dice que es el regreso de la Argentina a emitir deuda a inversores internacionales después de 7 años. "Apunta a inversores offshore y tiene custodia en Euroclear. Contribuye a un rollover parcial de deuda en dólares y acerca el cumplimiento de metas con el FMI porque acumulas dólares con la suscripción. Estimo que habrá mucha demanda de fondos de emerging markets local currency, así como de argentinos con cuentas offshore", explicó.
Otra forma para conseguir dólares y no comprar porque el dólar no bajó al piso de la banda es un repo, una operación que el BCRA tendría en forma inminente. Se habla de US$ 2.000 millones. Si fuera así, entre el repo y esta colocación de Bonte el Gobierno podría hacerse de US$ 3.000 millones. Según PPI, le faltan hoy casi US$ 5.000 millones para alcanzar la meta de reservas con el FMI que vence el 13 de junio.
Sea como fuere, es el regreso formal a conquistar inversores internacionales con un instrumento que supo hundir a uno de los fondos más conocidos del mercado como Templeton. En aquél entonces, y el 14 de mayo de 2018, Caputo lanzó una megaoperación de colocación de deuda a través de la reapertura de la colocación de los Bonos del Tesoro al 2023 y 2026.
Templeton ingresó otro fondo que perdió plata con Argentina, el gigante BlackRock, por casi US$ 3.000 millones. La operación era parte de la estrategia de Caputo (por ese entonces, el "Messi de las Finanzas") para rollear los megavencimientos de Lebac (las letras que emitía el BCRA y que producía sangría de reservas). El equipo económico de ese entonces, muy parecido al actual en términos de nombre, convencieron a Michael Hasenstab (el jefe de Templeton) de tirarse de cabeza con esa emisión. El fondo ya venía muy sobrecomprado en activos argentinos: exposición que se estimaba en US$ 5.000 millones.
Pero este último fiasco hizo que perdiera US$ 1.500 millones en horas. La salida definitiva de la Argentina se la tiene que agradecer a Martín Guzmán. El ministro de Economía de Alberto Fernández, cansado de que Templeton le presionara la brecha porque salía en goteo de sus posiciones en pesos vía el CCL, le ofreció un canje de sus bonos en pesos por otros en dólares.
La dolarización de esa deuda fue un hito de la mala gestión kirchnerista pero fue la única solución a mano.
El billete oficial bajó $22 y sorprendió al mercado. El blue fue el único que subió. Volatilidad global, caída de bonos y alerta por el petróleo.
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El Banco Central logró duplicar su anterior colocación en dólares con una tasa menor. La operación es parte del plan oficial para sumar reservas sin intervenir en el tipo de cambio.
¿Habrá rally o no? "No creo que dure demasiado el rally", avisó Alberto Ades, director de NWI Management LP en Nueva York a El Economista.
Con un fuerte ajuste fiscal y nuevo calendario de emisiones, el Gobierno logró reducir la deuda del 100% al 39% del PBI. Ahora, apunta a sostener tasas estables.
Mientras el Gobierno lanza medidas para seducir los billetes en negro, los ahorristas los esconden más: el "canuto" sigue vivo y no se negocia.
Oficialistas y opositores van haciendo movidas para seducir a los votantes. Frente a eso, hay desconfianza entre los ahorristas. Los dólares suben. El BCRA pierde reservas. Los bonos bajan, el riesgo sube. Y la Bolsa sigue en el fondo del pozo. La tensión de Trump con Musk provocó un bajón en Tesla.
En medio de un miércoles tenso, con mucha presión por reclamos más políticos que económicos, el mercado argentino no tuvo un buen día.
Ni para un lado ni para el otro. El día posterior al anuncio de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en las legislativas de la PBA, no hubo reacción negativa en el mundo inversor. De hecho, los bonos y las acciones anduvieron de la mano de Wall Street y terminaron con mayoría de subas. El dólar apenas se movió y lo que en otro momento hubiera generado cierto nivel de incertidumbre, hoy el poder de "daño" del kirchnerismo (según el mercado) parece acotado.
Antes de la emisión del BONTE 2030, cualquier persona que trabaja en finanzas les hubiera dicho que era imposible que se abriera el mercado internacional de crédito para el soberano antes de las elecciones de medio término.
Con una colocación que sorprendió a los analistas, el Gobierno logró seducir a inversores globales. ¿Se acerca el regreso definitivo al crédito internacional?
El mercado reaccionó mal ante la colocación del Bonte 2030. El objetivo de conseguir US$ 1.000 M fue valorado, pero asustó la tasa fija de más del 30% anual que pagó Caputo. Frente a eso, los dólares tuvieron una llamativa suba, mientras el dólar global baja.
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