Ya no puedo más": el agotamiento invisible que crece en oficinas argentinas

Estrés por exceso o desmotivación por falta de sentido: dos caras del mismo problema que crecen en oficinas argentinas y comprometen salud y productividad.

NEGOCIOS11/07/2025
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En un ecosistema laboral en continua evolución, el bienestar físico y mental de los trabajadores se ha posicionado progresivamente en el centro de todas las políticas y decisiones empresariales.

En este contexto, dos síndromes opuestos pero igualmente importantes están ganando protagonismo en el escenario laboral: el burnout y el boreout. 

WeWork, líder a nivel mundial en espacios flexibles de trabajo, presenta una serie de recomendaciones para reconocer a tiempo sus señales y promover la motivación de los colaboradores. 

Burnout: sobrecarga laboral 
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de burnout puede ser entendido como resultado del estrés laboral crónico que no se ha gestionado con éxito. Quien lo padece suele presentar sentimientos de agotamiento o falta de energía, distancia mental o sentimientos negativos hacia el empleo, y reducción de la eficiencia o productividad profesional. 

En Argentina, actualmente los niveles de burnout de los trabajadores se encuentran entre los niveles más altos de los últimos años, y 1 de cada 3 (32%) asegura que se encuentra tan cansado que se siente incapaz de realizar otras actividades después del trabajo y un 24% siente que la mayor parte de los días no logra relajarse después del trabajo y cada vez le resulta más difícil iniciar una nueva jornada laboral, según el informe del Burnout en Argentina 2024 del Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de la Universidad Siglo 21. 

Algunas de las señales de este fenómeno son: 

Agotamiento emocional: se manifiesta como una sensación persistente de fatiga física y emocional, causada por la sobrecarga y las demandas constantes. Aun con descanso, el cansancio no desaparece dificultando la capacidad para enfrentar las tareas cotidianas y afectando la disposición hacia actividades que anteriormente resultaban placenteras. Este estado también impacta el equilibrio emocional, afectando la forma en que se enfrentan los desafíos cotidianos.

Despersonalización: Este aspecto se caracteriza por una actitud de distanciamiento emocional y cinismo hacia el trabajo, los colegas o la organización. Quienes la padecen suelen perder la empatía y el sentido de propósito, mostrando desapego e indiferencia ante sus responsabilidades

Reducción de la eficacia profesional: Las personas afectadas suelen experimentar una sensación de incompetencia y fracaso al no poder cumplir eficazmente con sus responsabilidades. Esto impacta su autoestima y se refleja en un bajo rendimiento laboral. Como consecuencia, aumentan la frustración y la percepción de que sus esfuerzos no son valorados ni suficientes.

Boreout: agotamiento por desmotivación o aburrimiento
Por otro lado, el boreout o el síndrome del aburrimiento laboral, es una forma de malestar psicológico que surge cuando una persona experimenta una falta constante de estímulos, desafíos y propósito en su trabajo. A diferencia del burnout, que está relacionado con el estrés por sobrecarga de tareas, el boreout tiene su origen en la infrautilización de las capacidades del empleado y en una rutina laboral monótona, poco significativa o carente de sentido.

Algunas de las señales de este fenómeno son:

Aburrimiento crónico: La ausencia de desafíos y la repetición de tareas rutinarias generan una sensación persistente de desinterés. Los empleados perciben que su trabajo carece de estímulo y propósito, lo que afecta su motivación.

Sensación de inutilidad: Los trabajadores que lo experimentan a menudo sienten que su trabajo no tiene valor o que no están contribuyendo de manera significativa a la organización. 

Reducción de la motivación: La falta de interés en las tareas diarias se traduce en una disminución de la motivación y la productividad. Los colaboradores pueden sentirse desmotivados y apáticos hacia su trabajo 

Fingir estar ocupado: Las personas con boreout suelen recurrir a distracciones para "llenar" el tiempo, como navegar por internet, prolongar tareas innecesarias, simular estar ocupados o desconectarse mentalmente del trabajo.

¿Qué pueden hacer las empresas para prevenir ambos fenómenos?
Fomentar la comunicación abierta y la escucha activa: Es importante que las compañías fomenten el desarrollo de espacios de diálogo donde los colaboradores puedan expresar sus inquietudes y sensaciones en torno a su labor, lo cual brinda las herramientas necesarias para detectar a tiempo signos de agotamiento o desmotivación.

Definir metas claras y equilibradas: Una de las formas más efectivas de prevenir tanto el burnout como el boreout es establecer objetivos que sean desafiantes pero alcanzables, definidos en conjunto con cada colaborador. Involucrar al equipo en la planificación de metas no solo permite adecuar las expectativas a las capacidades reales de cada persona, sino que también fortalece su sentido de pertenencia y propósito. 

El modelo de trabajo también importa: En un entorno laboral en constante evolución, la capacidad de adaptarse a diferentes modelos de trabajo, como el trabajo remoto, el híbrido o el presencial, se ha convertido en un elemento clave para promover la salud mental y física de los empleados. De acuerdo con el informe Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral elaborado por WeWork y la consultora Michael Page, el 61% de los colaboradores argentinos asegura que su salud mental ha mejorado desde que trabaja en un modelo híbrido y un 65% considera que su productividad ha aumentado significativamente. 

Impulsar el desarrollo profesional y la capacitación continua: Brindar oportunidades para aprender y asumir nuevos desafíos fortalece el compromiso y evita el estancamiento.

Promover hábitos saludables y la desconexión: Es fundamental que las organizaciones promuevan una cultura que valore el bienestar de los empleados. En algunos casos, ofrecer talleres de bienestar, manejo del estrés y relajación, y actividad física pueden ser de gran ayuda para educar a los empleados sobre cómo cuidar su salud en el trabajo. 

"El bienestar de las personas en el entorno laboral no puede ser una preocupación secundaria. Es un aspecto central para el desarrollo de equipos creativos, motivados y productivos. Hoy, más que nunca, es fundamental que las organizaciones estén atentas a las señales de agotamiento y desmotivación, y que trabajen activamente para crear espacios que equilibren el rendimiento con la salud mental. Incorporar modelos más flexibles, fomentar la escucha activa y ofrecer desafíos alineados con los intereses y capacidades de cada persona son algunos pasos claves para construir una cultura laboral más humana, empática y resiliente", señaló Romina Diepa, Head of People de WeWork Cono Sur. 

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