Mercados en alerta: ¿qué tan cierto es el "efecto octubre"?

Forma parte de las leyendas, refranes y máximas del mercado. Dado el nivel de incertidumbre sin precedentes, en términos políticos, económicos, monetarios y geopolíticos, los expertos recomiendan mirar la historia para guiar la toma de decisiones de inversión.

FINANZAS02/10/2024
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Decenas de refranes y mitos como el de “¡Vende en mayo y vete!” o “Compra el rumor, vende la noticia” conviven en el día a día de los mercados, y entre ellos está el llamado “efecto octubre” que sostiene que los acontecimientos negativos graves que afectan a las bolsas tienden a producirse en el décimo mes del año. Para algunos solo se trata de una superstición más que de un fenómeno recurrente bien documentado. Sin embargo, vale la pena tomar cuenta de la historia y recordar cuáles han sido los principales acontecimientos de octubre en los últimos 100 años que alientan el mito. Podría decirse que los más destacados y recordados son el pánico de 1907, el crack del ´29 y el lunes negro del ’87. Veamos.

Con relación al boom de 1907, se trató de una crisis financiera desencadenada por una serie de malas decisiones y la fuga de depósitos provocada por la desconfianza pública en el sistema bancario. El pánico comenzó en octubre de 1907 y duró seis semanas en las cuales se produjeron múltiples fugas de depósitos y fuertes ventas de pánico en el mercado de valores.

En ese entonces los ricos banqueros de Wall Street encabezados por J.P. Morgan salieron en auxilio con sus propios fondos para evitar una grave crisis financiera que llevó a la creación del Sistema de la Reserva Federal (Fed). Es que los grandes banqueros no quisieron arriesgar sus fortunas en otro episodio similar y con el apoyo de aliados políticos en el Congreso y en el Tesoro presentaron planes para que fuera responsabilidad pública rescatar y estabilizar a los mercados en caso de ser necesario.

El famoso crack bursátil de 1929 se gestó tras la Primera Guerra Mundial donde las potencias europeas luchaban por salir de la crisis mientras la economía estadounidense andaba sobre rieles gracias al aumento de la producción industrial en los años veinte. La perspectiva de rápidas ganancias atrajo cada vez más estadounidenses a comprar acciones, hasta alcanzar el 6% de la población en 1929, donde el 80% de las acciones se compraron a crédito ese año.

La fiebre especulativa desembocó en el famoso y calamitoso "jueves negro" cuando el 24 de octubre de 1929 se pusieron a la venta 13 millones de acciones pero la demanda no acompañó y los precios se desplomaron y el pánico se adueñó de Wall Street, que vio como el 28 de octubre, "lunes negro" y el "martes negro", cuando se vendieron 16 millones de acciones a cualquier precio, todo fue para peor.

El tercer episodio fue el más reciente lunes negro del 19 de octubre de 1987 cuando el índice Dow Jones cayó casi 23% en un solo día. En ese entonces el titular de la Fed, Paul Volcker, subió fuerte las tasas de interés para frenar a la inflación, y los datos del déficit comercial estadounidense agravaron la tendencia. Fue la primera crisis de la era bursátil informatizada y se recuerda porque los sistemas de negociación programada fueron criticados por su falta de fiabilidad. Si bien la crisis no se extendió a toda la economía estadounidense como en 1929, sí requirió la intervención del presidente entrante de la Fed, Alan Greenspan.

Octubre en los mercados: el mito de la mala reputación

Los analistas reconocen que octubre tiene mala reputación en el mundo financiero principalmente porque muchos días "negros" caen durante el mes. “Se trata más de un efecto psicológico que de algo relacionado con octubre, ya que la mayoría de los inversores han experimentado más septiembres malos que octubres malos, pero lo cierto es que los acontecimientos financieros no se agrupan en un mismo momento”, señala el economista jefe de la banca suiza Mirabaud, John Plassard. Según explica este experto, es lo que se conoce como "psicología del trading" y se refiere al fenómeno de las emociones y el estado mental que contribuyen a dictar el éxito o el fracaso de la negociación bursátil.

“La psicología comercial representa diversos aspectos del carácter y el comportamiento de una persona que influyen en sus acciones comerciales y puede ser tan importante como otros atributos, como los conocimientos, la experiencia y las habilidades, a la hora de determinar el éxito comercial”, señala. Al respecto, ahonda en que la disciplina y la asunción de riesgos son dos de los aspectos más críticos de la psicología del trading, por lo que la forma en que los operadores equilibran estos rasgos es esencial para el éxito de cualquier plan de trading. Vale señalar que el miedo y la codicia suelen asociarse a la psicología de la negociación, mientras que elementos como la esperanza y el arrepentimiento también desempeñan un papel en el comportamiento comercial.

Octubre en los mercados: un vaso medio lleno

Según Plassard, todo esto es curioso porque es septiembre y no octubre, el mes en el que se han registrado más mercados bajistas de la historia, y lo que es más importante, los catalizadores que desencadenaron el crack de 1929 y el pánico de 1907 se produjeron en septiembre o antes, y la reacción simplemente se retrasó: en 1907, el pánico estuvo a punto de producirse en marzo y, con la creciente tensión sobre el destino de las sociedades fiduciarias, podría haber ocurrido en cualquier momento, mientras que el crack de 1929 comenzó probablemente cuando la Fed prohibió en febrero los préstamos de margen y subió las tasas de interés.

“Además, las caídas de un día del Dow Jones en septiembre de 2001 y 2008 fueron mayores que las del Lunes Negro de 1987, la primera se debió a los atentados contra el World Trade Center y la segunda al colapso de las hipotecas de alto riesgo (subprime)”, recuerda. Incluso, sorprendentemente, octubre ha anunciado históricamente el final de más mercados bajistas que su comienzo, y el hecho de que se perciba negativamente puede convertirlo en una de las mejores oportunidades de compra para los contrarios.

“Las caídas de 1987, 1990, 2001 y 2002 se invirtieron en octubre, poniendo en marcha rebotes de largo plazo. En particular, el lunes negro de 1987 fue una de las mejores oportunidades de compra de los últimos 50 años”, señala Plassard quien concluye que “el efecto octubre es una leyenda que se autocumple. Achacar cualquier caída de los mercados a la estacionalidad sería un grave error, más aún en 2024. De hecho, la tendencia vendrá dictada por las decisiones de los bancos centrales, el flujo de datos económicos (en Estados Unidos, China y Europa) y las incertidumbres geopolíticas”.

Por las dudas, ¿qué acontecimientos convendría monitorear antes de fin de año?: el posible cierre del Gobierno de EEUU, la reunión del BCE del 17 de octubre, la reunión del Banco de Japón el 31 de octubre, las reuniones de la Fed y del Banco de Inglaterra el 7 de noviembre, el encuentro del Partido Comunista chino y las elecciones en EEUU del 6 de noviembre.

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